Después
de tanto tiempo y
diría años…
dices
es
verdad, tenemos un Blog donde
escribíamos nuestras batallitas del abuelo dominguero!!!
Pero
también
es cierto
que
tenía que tener una buena razón para escribir. Por un lado el nivel
de profesionalidad en la que se ha llegado en este grupo de "domingueros” (en
algunos casos diríamos ex-domingueros)
es muy alto. Ultras, campeonatos de España, etc… que
da vergüenza contar los “paseos” del mendalerenda como hacía años atrás. Si eso fuera poco, ya el nivel de literatos que escriben a 4 manos, como
en los anteriores artículos,
es
insuperable!!! Sin
embargo, en
este extraño
2020 corrí mi primera maratón (esperemos que no sea la última) y
aun que fuera en febrero, no es malo terminar el
año con este recuerdo.
Al
tema, Maratón… y
¿por qué hacer una Maratón? Ya
sabemos todo el
boato y chorrada que rodea a esta
carrera.
Pero en mi caso fue mucho
más
sencillo, un
día de marzo del 2019 en el Pinar de Antequera en Valladolid me
comentan lo siguiente…
“oye te hemos apuntado a la Maratón de Sevilla de Febrero del
2020, ¿te animas?” Y como nunca he sido bueno para decir NO…
pues mi
respuesta poco entusiasta fue “Vale!!”.
También es cierto que una cuestión con casi un año de antelación
te lo tomas casi a chiste. Además como la inscripción iba con
seguro, siempre me podía rajar a última hora (Algo
que no dudaba en hacer llegada la ocasión).
Paso
el tiempo y seguía con mis carreras como la del Desfiladero
de la Hermida (muy recomendable a los que no odien del todo hacer
casi 30 km de
asfalto cuesta
arriba)
o la Media Maratón de Bilbao a finales
de octubre. Aquí ya la cosa cambio. Como bien comentaba Rubén en su
crónica, nos toco en
suerte un
día frío. Si
ya a
eso le unes
mucha gente en la salida de San Mamés el
resultado es
poco
o
nulo
calentamiento. A pesar de eso, inconsciente de mí, salí fuerte y a
eso del km 10.5 de repente y sin previo aviso… crack… rotura
de isquiotibiales. Un
dolor bastante jodido que me hizo irme al suelo al perder la pierna de apoyo.
Lo
lógico es haber parado en ese momento, pero haciendo honor al lugar
donde estaba (y
a lo cabezón que soy),
seguí corriendo tras un rato andando. “No te pares, me gritaba la
gente!!!” Jod…
como que fuera tan fácil. Pero con
muchos dolores, y
bajando el ritmo, conseguí
terminar los
más de 10 kilómetros que me faltaban en
un total de 1h 50 minutos.
Claro
tras ese “hecho heroico” o “mas bien de gilipollas" (creo que
es mejor definirlo por
su nombre), tocaba parar y visitar al fisio. Cuando me baje el pantalón, lo
primero que me dijo fue… “espera un momento”. Yo que no estoy
muy acostumbrado a ir al fisio no sabía como iba esto. Al
poco la
fisio vino
acompañada de un chico de prácticas… “Observa esto es una
rotura de libro... y
de las gordas!!!” (siempre esta bien ser un ejemplo... aunque sea de lo que no debe pasar!!!) En resumen, me tocaba
más de 1 mes en el dique seco olvidando
cualquier carrera o similar.
Ya
casi ni
me acordaba
de
lo
de la Maratón y lo
peor,
había que empezar desde cero. Pero bueno sin prisa pero sin pausa
me puse de
nuevo las zapatillas y
a correr!!!. Siguiendo los consejos de los expertos fui sumando
kilómetros pero
sin volverme loco. Traté
de no pasar de los 200 km por
mes
y no superar en ninguna tirada los 25 km. Como consejo también es
útil correr una Media Maratón justo un mes antes de la cita. Así
que me las arreglé para “engañar” a alguien para ir a la Media
Maratón de Toro a
finales de enero.
Chaba,
ACE, José Félix fueron las victimas. Pensaba
que después
de la “Media Maratón del Canal de Castilla” no podía haber algo
peor… pero
sí!!! Toro nos recibió con una niebla cerrada, cencellada y un
recorrido por las afueras del pueblo con idas y venidas en tramos de
carreteras de infinitas rectas… vamos un auténtico
coñ***!!! Lo mejor de todo el homenaje que tributo ACE a nuestro
amigo Emilio y el homenaje que nos dimos después a base de “Arroz
a la Zamorana”. No
entraré en más detalles sobre esta carrera para que mis compañeros
de Blog den más detalles de la misma en próximas entradas.
Y
ya
con los deberes hechos, llegó
el día de ir
a Sevilla. Pienso
en los consejos que me han dado… “No
respires mucho”
me dijo ACE con su ínclito
y sempiterno cariño a los vecinos al sur de Despeñaperros. Viaje
express saliendo el sábado por
la mañana para llegar a la
recogida del
dorsal en
el Palacio de Congresos y Exposiciones de Sevilla. Además de los
distintos expositores en
los que te ofrecen de todo para correr, menos unas piernas, nos
acercamos a
la “Comida
de la pasta”. Como
su propio nombre indica, comida de hermandad a base de pasta con
runners y demás bestias de corral.
No
faltó el paseo de rigor por el centro de Sevilla y
sus lugares más conocidos. La
pena
es
tener que correr al día siguiente y no poder disfrutar de la
noche sevillana. Pero
conociendo
anteriores “carreras” como la Media de Vitoria, donde la noche es más
dura que la carrera, mejor no tentar a la suerte.
![]() |
Turisteo.... y como no, visita de rigor a Burgos!!! |
A
las 8.30 ya estábamos en la línea de salida con
el resto de zumbados.
La
técnica de carrera era clara y
simple “Recogida
de cadáveres, sin terminar siendo uno de ellos”.
Saldríamos
lo más atrás posible para poder ir adelantando durante toda la
carrera y así no
perder el animo.
No
es fácil
tener que esperar varios
minutos
después del disparo inicial, pero
el objetivo es llegar y a ser posible en menos de 4 horas. Como
42 km dan para mucho, me fijo un
ritmo de
5,30 minutos/km.
Sí, es
verdad, no
es un ritmo rápido, pero quiero llegar y
si se puede
lo mejor posible. En tal
distancia
te da tiempo a ver buena parte de la ciudad, la antigua Expo 92, el
recinto de la Feria de Abril, paseo
del Guadalquivir.
Eso sí, se
agradece que sea un
trazado llano para no sufrir demasiado.
Una vez que ya pillas una
velocidad de crucero
te acomodas a algún grupo con
el que
ir
haciendo camino y charlar un poco. José Antonio no pierde la ocasión de hacer sus
preguntas matemáticas:
"-
Dimé,
¿¿cuanto
es 69
entre 3?" Y
después de un rato la misma respuesta. “Pues no
se puede!!!”
Otro
momento para recordar fue cuando superé al gran Fermín Cacho. Todo
una medalla de oro del 1.500 en Barcelona’92. Me
dan ganas de parar y agradecerle todos los buenos momentos que nos
dio.
Eso sí en este caso ni esta es su distancia y los años no perdonan. Desde
luego
tiene merito que después de un tiempo haya retomado el atletismo y
consiguiera terminar una Maratón.
Y
poco a poco llegamos al temido muro del Km 30 que
coincide más o menos con el
Estadio del Benito Villamarín. Yo
estaba convencido de que el muro son los padres, y
que no sería para tanto…
Pero
sí, efectivamente empiezas a ver a gente andando, parados,
sentados...
Primero pocos, pero cuando pasan los kilómetros ves que muchos
corredores están pagando el esfuerzo. Vamos
que esto parece Walking Dead!!! Por
una parte te da pena por ellos, porque aun quedan más de 12 km, pero
también respeto de “no calentarse” y que nos vaya
a
pasar
los mismo. La
belleza del recorrido
en estos últimos kilómetros acompaña el sufrimiento. En el
Km.34 la
Plaza
España y
en los 3 últimos ya
entramos por el Casco Histórico para pasar en el Km.40.5 La Giralda. Poco
a poco he ido superando a muchos de los acompañantes de la
expedición de
Pucela y antes de entrar en el Casco Histórico, José Antonio me dice que
tiene que bajar el ritmo por dolores musculares. Así que toca terminar solo los últimos kilómetros.
Pero
ya no queda nada… y los últimos kilómetros son para disfrutar.
Las calles cercanas al Parque de María Luisa estaban llenas a
rebosar de gente aplaudiendo. Como Red Bull… esos ánimos te dan
alas… y el último kilómetro lo hago cercano a los 5 minutos. Al
final paro el crono en 3h 54 minutos con muy buenas sensaciones.
Pienso que podía haber ido más rápido, pero era la primera vez y
tampoco hay que calentarse. Hay
que dejar espacio para superarse la próxima vez.
![]() |
Postureo, pareciendo no estar cansado. Por cierto quien es Francisco...😱🙆Eso por dejar que otros te inscriban!!! |
Ahora
sí, tiempo para disfrutar de una buena birra, ducha y comida con
todos los compañeros del viaje. El camino de regreso a Valladolid
era largo… aunque se hizo más corto con los mensajes de
enhorabuena de los amigos, y compartiendo la incertidumbre del próximo
viaje al extranjero de
una amiga ahora
que la cosa se empezaba a poner complicada por
un nuevo invitado no
deseado
llamado
COVID.
Ese
nuevo allegado que nos llegaba desde China, y entrando en Europa por Italia, nos cambiaría nuestras vidas en el 2020.
Y sí, esta fue la última carrera del año. No quise forzar y correr la Media Maratón de Palencia… ya habrá más, las piernas tienen que descansar!!! Pero no, el 2020 se cerró para mí en Sevilla. Eso sí, prometo que en el 2021 volveremos a disfrutar de las carreras y sobre todo de buenos ratos con los amigos de batallitas.
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