TodoTorreznoTeam: Carrera Monumental Segovia 2016

Cuarenta monumentos podemos ver en esta carrera que transcurre por la capital segoviana. Por lo menos eso es lo que promete la organización. Y de ahí su nombre: Carrera Monumental.

10 kilómetros que fluyen por el centro turístico de esta ciudad. Si os digo la verdad fui consciente del acueducto, del Alcázar, de la catedral, casa de los picos y poco más... no soy un experto en piedras de Segovia. Tendré que empollarme el resto para el año que viene.

La previa

Llegamos el sábado, para pecnortar en la ciudad y hacer gasto, claro. Turisteo de interior. Éramos Aser, Arancha, Arián y yo mismo. Podía ser un gran fin de semana de gastronomía, deporte, familia... ¡pero el tiempo lo ~~jodió~~ todo! Hizo malísimo. Lluvia, viento, frío.

Lo cual no nos impidió salir a tomar una tapas, vermouth casero, y coger una hamburguesa del San Luis para la cena. Previo torrezno en el mítico José María.

Nuestro piso franco era de la cadena hostelera Aralso. Un piso viejo pero reformado con cierto éxito. La ubicación inmejorable, en pleno centro.

Desde ahí arrancaría nuestra particular carrera.

Acueducto, salida y llegada. Alfa y Omega.

Casa José María, un clásico.

Todotorreznoman

El día de la carrera

La prueba daba su salida el domingo 14 de Febrero, día de los enamorados. Pero antes había que recoger el dorsal. Y si ya estaba lloviendo desde primera hora... que mañana más húmeda nos esperaba.

Chip, dorsal, bolsa del corredor (llena de papelajos, nada especial. Sólo la camiseta merecía la pena). Todo listo para volver al piso franco a convertirnos en Torrezno Man.

Radiosalil© fundamental en la transformación. Una lesión en el gemelo izquierdo dejó en duda mi participación hasta el justo instante de la salida.

Había que probar a "un cilindro", a ver si lograba acabar. Como bien dijo el gran Carlos Soria: "si te duele una pierna, corres con la otra". Alea Jacta est.

Allá donde vayas un arandino verás. En esta ocasión le toco el turno al Bayo, recientemente adicto a esto del running, y estaba bien motivado por cierto. De hecho nos pulió a los torreznos. ¡Corría que se las pelaba y viceversa!.

Salida multitudinaria, muy despacio, arrancamos, como se puede. Salida muy similar a la San Silvestre. Pero Segovia tiene grandes avenidas y pronto se puede empezar a zapatear.

Una pena no encontrarme al 100%, ya que esta salida me gusta: 2 kilómetros cuesta abajo. Me gusta tirar fuerte al principio, pero esta vez la pierna dolorida hace que no arriesgue e inicie a ritmo "choco-latino".

Decido olvidarme de los tiempos y disfrutar de la compañía de otros aficionados y aficionadas. Pego la oreja a varias conversaciones, algunos cuentan que van fastidiados, otros alardean de sus tiempos y sus kilometradas, otros comentan sobre lo que van a comer después. En fin, "radio-patio running style".

Cuando acaba la cuesta "pa bajo", empieza una subidita guapa hasta el Alcázar. Como voy tranquilo, subo a ritmo constante.

Bajada inicial de 2km de longitud. Muy rápida.

Llegamos al tramo de "subibajas", repleto de giros y adoquinado mojado que hacen peligrosa la carrera. La verdad es que ver tanta gente hace que el tiempo pase rápido. Mucho público animando.

A falta de 3km el gemelo está caliente, y no me duele, así que decido apretar un poco, que no se diga. Y vuelo por las calles de Segovia, adelanto muchos puestos.

Empieza a llover, hasta ahora sólo un par de arreones de granizo amenazaban en convertir la hazaña en épica. Pero se quedó en mariconada.

Contento por terminar, objetivo inicial. Y bajar de los 50', en mi estado lamentable, todo un logro.

En la meta no esperaba nadie conocido, Arián y Arancha iban a darnos una sorpresa esperando nuestra llegada, pero Arián decidió que un charco era más divertido y eligió empaparse nada más salir. Vuelta pa casa a cambiar la ropa mojada por ropa seca. La intención es lo que cuenta. Saben que me gusta verles en la meta, me da más power que cualquier barrita energética "super high energy".

Por la catedral y la plaza se da una vuelta. Grata sorpresa ver un grupo de rock en directo.

Después de la merecida ducha salimos a comer. El ambiente está enrarecido por gente disfrazada y comparsas. Ya no son carnavales, pero hay baile. Es el "domingo de piñata", una movida de las peñas segovianas que hace que se vuelvan a disfrazar, canten y beban vermouth casero. Me parece bien.